Nadie sabe con exactitud en qué consiste el noveno reino, si es el final del camino o el principio de la esperanza. El rojo y el negro acompañan a los viajeros que se suman a ese viaje con resignación y no todos saben que no hay posibilidad de bajarse de ese tren a mitad de trayecto. ¿O sí? Este cuento de Sylvia Plath es, a pesar de su tono ligeramente infantil, un reflejo de la escritora en la que se convertiría, de esa mujer que era genio y duda, de ese espíritu acobardado por la rigidez del mundo. Qué regalo esta edición y qué certero ese prólogo. Leed a Sylvia siempre. |