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Segunda parte de la primera trilogía de Amanecer Rojo. Darrow debe hacerse valor tras los acontecimientos ocurridos en el Instituto. Su deseo de escalar en la complicada jerarquía de los Dorados se verá truncado por rivalidades internas, además de las incursiones revolucionarias cada vez más frecuentes de los Hijos de Ares. Tremenda esta segunda parte, me ha parecido aún más trepidante que la primera. El mundo de Darrow se expande fuera de Marte, como el número de enemigos y la complejidad de una sociedad injusta basada en unos principios arcaicos pero muy prácticos. Pierce Brown construye una narración más adulta, mientras vemos como el propio Darrow va madurando y entendiendo mejor el mundo que le rodea. Nuevos personajes que ayudan a entender este sistema de colores basado en la genética como Huxley ya había propuesto en "Un mundo feliz". Unos personajes llenos de matices y que nos hablan del sufrimiento de aquellos que no nacieron con suerte. El autor sigue usando la ciencia-ficción para denunciar injusticias sociales y el conformismo de los privilegiados. En cuanto a la acción, "Hijo dorado" no da descanso. Y un final absolutamente devastador. No soy de leer sagas, pero estoy dispuesto a leer la tercera parte, Mañana Azul , de manera inminente. |
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