Un libro de relatos para una a quien no le gustan los libros de relatos. Elegido a conciencia. El principal problema de un libro de relatos escritos por una misma persona es que siempre destaca uno por encima del resto y me quedo con la sensación de que los demás están solo por llenar. Por tanto, no las tenía todas pero, contra todo pronóstico estoy con ganas de probar cosas nuevas (literariamente hablando) y se habla tan bien de esta autora que la curiosidad era insoportable. Lo fui leyendo a lo largo de una semana y algunos inevitablemente me han gustado más que otros. Sin embargo, no ha sido tan descarado como otras veces. Así que la recomiendo con los ojos cerrados. Porque, independientemente, de que haya podido conectar más o menos con algunas de sus historias, Liudmila es una señora que sabe escribir y escribe muy bien. Habla de la eterna búsqueda de la felicidad, a través del amor romántico con protagonistas diversas y diferentes, una prosa fresca, atrevida y libre y con cierto aire poético y con algún que otro giro sorprendente. Además, he reído en voz alta en más de uno de sus relatos y hacía mucho que no me ocurría. Así que, sí, léela.
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