Rescate gris

Cristian Perfumo, en sus obras, nos traslada a la Patagonia Argentina, donde se crió. Esto nos sirve para sumergirnos en un lugar al que muchos sólo nos podremos asomar gracias a estas páginas. El autor ofrece descripciones tales que hace que te sientas como si estuvieras allí, pero en esta novela esto se intensifica mucho más, ya que uno de los puntos fuertes es que nos sitúa en 1991, año en el que el volcán Hudson entra en erupción de forma tan brutal que la lluvia de ceniza va a propagarse por el aire a cientos de kilómetros, y va a llegar a Puerto Deseado, lugar donde se desarrolla la acción de nuestra novela. Así pues, la ambientación va a ser algo que destaco mucho en esta historia. Cristian te hace sentir el agobio de la lluvia de ceniza, el que te cueste respirar, tener que ir con mascarilla, que en el libro se llama barbijo, me encanta aprender palabras nuevas!!!! Todo eso sumado a lo que le va a ocurrir a nuestro proganista, hará que la historia sea axfisiante, que tenga tensión continua y que no sepamos lo que le deparará el futuro a Raul, nuestro protagonista. Todo esto en un lapso de tiempo muy corto, en una carrera contra reloj.

¿Qué harías si te despiertas y te encuentras con qué la erupción de un volcán ha provacado que el lugar donde vives se llene de una nube de ceniza hasta tal punto que no se puede salir a la calle sin mascarilla, no se ve nada y a eso se le une que cuando te levantas para ir a trabajar descubres que tu mujer ha desaparecido, piensas que se ha ido por voluntad propia, pero en realidad está secuestrada porque te llaman los secuestradores para exigirte un dinero del que tú no sabes nada? ¿Cómo actuarías? Pues eso es lo que le ocurre a Raúl, esa es la tesitura que pone punto de partida a un thriller un tanto rocambolesco y atípico, con un suspense que se mantiene durante toda la historia y en el que acompañaremos al protagonista en la búsqueda de su mujer para intentar salvarla. Porqué, la policía hará acto de presencia, pero en realidad él se lo guisa y él se lo come para intentar salvar a Graciela.

Estructuralmente vamos a tener capítulos cortos, fechados e incluso con hora, que serán de Agosto de 1991 y luego de un futuro, concretamente 2018. La idea de fechar los capítulos del suceso del secuestro por horas es muy buena idea, pues intensifica esa carrera contrareloj por salvar a la mujer secuestrada, además así la novela vibra en tus manos, pues quieres seguir leyendo para ver qué ocurre. El mezclar presente y futuro te hace que la visión global de la novela sea mucho más completa, no tienes que esperar al final total para saber qué pasó años después, te va dando pinceladas para que vayas atando cabos. Los capítulos están narrados en presente por el propio Raúl, con lo cual te metes mucho más en la trama, más que ver todo desde fuera como lector, Raúl te lleva de la mano a que lo acompañes en su desgracia, como si se confesara contigo, lo tienes mucho más presente todo.

Pero la historia que nos lanza Cristian Perfumo no empieza justo el día que entra en erupción el volcán Hudson. Un hecho acaecido una semana antes marcará todo el devenir de la novela. Ahí empieza todo realmente. Evidentemente no voy a hacer spoilers, porque es el germen de todo. Sí me puedo permitir deciros que en los capítulos de 2018 encontraremos a Raúl narrando en un lugar lo que ocurrió durante ese corto tiempo de 1991, lo que nos dará pistas de la trama (sin quitar intriga ni desvelar los giros argumentales que nos encontraremos), porque nos dará la luz que necesitamos para hilvanarlo todo. No temáis porque los capítulos del presente y del futuro están bien diferenciados y no vamos a perdernos, todo lo contrario.

Como os dije en mi anterior reseña del autor, vamos a encontrar palabras, (el famoso barbijo), expresiones argentinas, pero para mí no han sido ningún inconveniente para entenderlo todo ni me ha sacado de la historia, lo digo porque muchas veces vamos con prejuicios en este tipo de novelas y las dejamos pasar porque creemos que no la vamos a entender y con este autor esto no ocurre. Es más, me parece que enriquece más la historia y nos mete más de lleno en ella, no olvidemos que estamos viajando en el tiempo a la Patagonia argentina, a mí me parece un plus en este viaje lector que hacemos a otro país que me encantaría visitar.

No sabría si aseverar que este es un thriller psicológico, si bien es cierto que no es de acción 100%, tiene como he dicho sus momentos de suspense, pero no vamos a tener una acción desenfrenada, por eso me inclino más por sostener que es un thriller psicológico con tintes de novela negra. Ya sé que no está bien encasillar las novelas, a los autores no les gusta, pero en estas pinceladas os lo quería decir para que no espereis una novela de estas que os dejan sin aliento a cada página. ¿Esto es malo? No, una novela más pausada puede tenernos pegados a sus páginas igualmente, porque queramos saber el desenlace de lo que está ocurriendo, y más cuando Raúl, en estas páginas que está escribiendo en 2018 nos habla de un plan trazado que va a consumar cuando acabe de escribir su historia, y que esperaremos con ansiedad y ganas a partes iguales.

En cuanto al final, tampoco tiene una acción desorbitada. Es un final cerrado en el que se aclara todo, pero nos deja unas notas tristes, aunque hay un canto a la desesperanza, el autor de Rescate Gris demuestra que se maneja perfectamente tanto en el thriller como en el drama. Y pese a este drama me parece que es un final feliz, algunos se redimen, otros abren los ojos, los demás se reconcilian. Creo que efectivamente, tenía que acabar así, con notas optimistas dentro de la tristeza del momento, y con heridas sanadas y relaciones recuperadas.
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