Descifrarte

En este poemario el autor se desnuda el alma para, a través de sus poemas, hacernos partícipes de sus experiencias y sentimientos en el terreno amoroso. Algo que me ha llamado la atención y que no esperaba encontrar han sido poemas con cierta carga erótica. No obstante, el autor juega a la perfección con las metáforas, lo que lo libra de ser explícito, pero no revolucionario.

Aunque todo lector sabe que no debemos juzgar a un libro por su portada, esta se merece una mención especial. Me gusta mucho, tanto por la imagen en sí misma: un corazón libre de adornos o de fondos que distraigan la atención, como por las tonalidades que se han utilizado: colores que, junto al trazo, me invitan a pensar en que ha sido hecha junto a unas copas de vino tinto y rosado. Algo que también prefiero siempre en cualquier libro es que el nombre que lo titula aparezca con un tamaño superior al del nombre del autor, y en este caso lo cumple a la perfección.

En lo relativo a la edición, está perfectamente cuidada. El libro se inicia con un breve prólogo en el que se hace una reflexión especialmente evocadora sobre el contenido que vamos a encontrarnos. En cuanto a su estructura, los cincuenta poemas están distribuidos en cinco partes: Estamos hechos de principios; El hogar; Viajar; Fuego en la piel; y El fruto de la cosecha. Los poemas se inician en una nueva página y están titulados con letras mayúsculas.

En definitiva, estamos ante un poemario sencillo en su lectura, pero que nos puede hacer recordar situaciones vividas o sentidas. Por ello, recomiendo que se lea poco a poco, saboreando cada verso de cada poema.