Una historia que desde sus primeras páginas disfruté; con un psicópata de los buenos, muy perturbado, con un pasado truculento y una inteligencia sorprendente En contraposición un detective de homicidios sin complejos, manías, traumas o vicios al que le tocará interpretar todas las pistas, pruebas y enigmas, además de pasar por duras situaciones personales En medio de todo un psicoanalista, de esos con los que apetece sentarse café en mano y escuchar todas las explicaciones que plantea o experiencias de casos relacionados. Un crack en su materia Un buen comienzo de trilogía, que va más allá de la simple investigación, que va acelerando a medida que avanza y que deja, por supuesto, muchas ganas de seguir con el resto Confieso que son los psicópatas, el análisis de su mente y su comportamiento, uno de los temas que más me atraen en este tipo de novelas |