Imperia, cortesana romana

En lo que va de año 2022 he leído tres libros del húngaro Lászlo Passuth. Son novelas históricas a las que he puntuado con la máxima valoración porque las considero obras sobresalientes. Tras sus lecturas he descubierto que Passuth siguió un mismo estilo narrativo en las tres; culto, pausado y perfectamente documentado. El autor relata en forma novelada momentos históricos que efectivamente ocurrieron. No tergiversa la realidad sino que imagina como se desarrolló esta. Inventa lo estrictamente necesario para seguir el hilo argumental.

Hoy, ante tanta profusión novelas históricas, es casi imposible encontrar alguna comparable a las de Lászlo Passuth, por ello, vuelvo a insistir en que Passuth ha sido un autor maltratado por la historia cuya obra pide con urgencia una revisión.

En "Más perenne que el bronce" es el pintor Diego Velázquez su figura principal, pero, en realidad, Lászlo Passuth describe el reinado de Felipe IV, así como la vida en la corte.
El motivo central de "El Señor Natural" es la vida de Don Juan de Austria y, gracias a él, iremos desgranando el complicado reinado de Felipe II.
Por último, en "Imperia, cortesana romana", hay dos protagonistas principales: Imperia Cognati y el pintor Rafael Sanzio. A través de sus vidas Lászlo Passut va a tejer un monumental fresco sobre el Renacimiento Italiano durante los pontificados de Julio II y León X.

Elemento común en las tres novelas es su perfección estilística y narrativa, junto con su abundancia de datos históricos.
Pero no debo dejar de destacar la belleza con que son descritas las muerte de los protagonistas de estas historias; Velázquez, Juan de Austria, Rafael e Imperia. Son momentos en los que Lászlo Passut logra una sensibilidad sublime.

Como se entenderá, los tres libros me han encantado y me han hecho disfrutar mucho, pero también las he pasado "canutas" para poder leerlos. Como ya expliqué, estos libros pertenecen a ediciones antiguas, ya que no se han reeditados, que he tenido que conseguir de los depósitos de las bibliotecas y tienen su tinta en la mayoría de sus páginas gastadas, amén de tener un tipo de letra mínima. Pero, vamos, el sacrificio ha merecido la pena.

Al parecer, fue en 1964 y en Budapest cuando se publicó por primera vez "Imperia, cortesana romana". Yo he leído la edición aparecida en castellano en 1973, perteneciente a la Colección Gigante, de la Editorial Luis de Caralt.

"Imperia, cortesana romana" se podría reducir diciendo que es una monumental obra que retrata un momento decisivo del Renacimiento Italiano
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La Imperia en la que Passuth basa la historia existió realmente y se llamó Imperia Cognati. Imperia fue considerada la primera cortesana romana. Durante el Renacimiento las cortesanas eran una clase de prostitutas, pero que tenían una educación excelsa.
La belleza, elegancia, inteligencia y educación de Imperia Cognati hizo que fuera cortejada por toda la corte eclesiástica y nobiliaria romana de la época.
El gran amor de Imperia fue el rico banquero sienes Agostino Chigi. Lászlo Passuth cuenta que, aunque nunca contrajeron matrimonio, fruto de su relación nació una hija; Lucrecia. A la muerte de Imperia en 1511, Agostino Chigi hizo que sus restos fueran enterrados con todos los honores en la Iglesia de San Gregorio al Celio, en Roma.
La belleza de Imperia ha quedado inmortalizada en los frescos de Rafael Sanzio, Amor y Psique, Triunfo de Galatea y como la poetisa Safo en el mural de El Parnaso, que se encuentra en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano.

En la novela Lászlo Passuth da por seguro que Rafael no fue amante de Imperia, pero sí que quedó subyugado por esta mujer.

El verdadero amor y musa del pintor de Urbino fue Margherita Luti, hija de un panadero de Siena que, al tener que huir de la ciudad, fue protegido de Agostino Chigi, que fue el que finalmente presentó a ambos.
Conocer a Margherita transformó a Rafael, que se vio cautivado por la fuerza de una pasión incontrolable y por la necesidad de no separarse de su amada en ningún momento.
La retrató en dos ocasiones, en los cuadros conocidos como "La velada" y "La Fornarina". Tras seis años de relación, unas fiebre provocaron la muerte del pintor, que entonces contaba 37 años. La muerte de Rafael, acontecida en un Viernes Santo, fue muy sentida en Roma.
Dos años más tarde y a la edad de 29 años falleció Margherita en el convento de Santa Apolonia en Roma, a donde se retiró tras la muerte de su amado.

Estas dos historias de amor narradas por el autor húngaro tuvieron lugar durante los pontificados de Julio II y León X.

Lászlo Passuth, además, va a entretejer un sin fin de historias y hechos verídicos que se desarrollaron en ambos pontificados.

Julio II fue elegido papa en 1503. Durante su papado logró extender el poder de Vaticano, tejiendo y deshaciendo alianzas contra sus enemigos, comandando ejércitos y emprendiendo una gran obra de reconstrucción y mecenazgo en Roma, que le devolvieran a su antiguo esplendor. Se rodeó de algunos de los mejores artista del momento; Bramante, Rafael y Miguel Ángel, al que encargó la decoración de la Capilla Sixtina y la creación de su tumba. Julio II murió en 1513. Miguel Ángel nunca acabó totalmente la tumba.

Cuando Giovanni de Medici se sentó en la silla de San Pedro con el nombre de León X en 1513 se hizo acompañar de poetas, artistas, banquetes y juegos. Las arcas de la Santa Sede no aguantaron tal dispendio, por lo que, ante la creciente necesidad de nuevos ingresos recurrió a la venta indulgencias, principal detonante para que Martín Lutero iniciara en 1517 una reforma eclesiástica que habría de escindir la comunidad cristiana.
León X sufrió varios intentos de asesinato, siendo el más sonado el perpetrado en 1517 por el cardenal Petrucci, perfectamente descrito en la novela por Passuth. Petrucci fue despojado de sus beneficios y dignidades y posteriormente ajusticiado. El veneno se quedó en su frasco por esa vez.

Estas y otras tramas históricas se encuentra perfectamente tejidas en esta genial obra de uno de los grandes autores de novelas históricas.