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En «Leyenda de fuego y plomo» seguimos a Elisse en un viaje por Estados Unidos huyendo de los hechos ocurridos en el primer libro. La ambientación sigue siendo el punto fuerte, esta vez cambiando la ciudad por vastos desiertos americanos. Sin embargo, la narración me volvió a resultar excesivamente confusa, con saltos temporales y espaciales descontextualizados. Supongo que es el estilo de la autora y que, sencillamente, yo no conecto con él. El contenido, por su parte, me gustó bastante. Cuenta con escenas realmente épicas y brutales que me hicieron disfrutar como una enana. Aviso, hay bastante violencia y son escenas muy crudas que a algunos puede que os lo hagan pasar un poquito mal. Ahora bien, se repite el mayor problema que ya tuve con su predecesor: las reacciones de los personajes son desproporcionadas, lo que les lleva a tomar decisiones absurdas que se convierten en el hilo conductor de una trama en ocasiones sostenida con pinzas hechas de PURO DRAMA. Las emociones de los personajes están muy bien retratadas y es fácil sentir con ellos, pero el hacerles sufrir por sufrir y caer en malentendidos forzados opaca el buen sabor de boca. Esto me duele porque creo que con justificaciones mejores tendríamos una gran historia aquí y, en cambio, se queda en un libro disfrutón, pero a medio gas. |
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