La chica salvaje

Kya vive sola en una cabaña situada en las marismas. Se pasa los días perdida entre la naturaleza y su círculo social se reduce a las gaviotas y a menos de cinco personas. Esta “chica salvaje”, como la llaman, tiene que lidiar con una pobreza extrema y el repudio de los habitantes de Barkley Cove.

El libro comienza con el hallazgo de un cadáver y la autora aprovecha el suceso para generar misterio, de ahí que la novela sea catalogada de thriller. Sin embargo, yo no la veo como tal ya que se intuye desde el principio lo que podría haber ocurrido y, en mi opinión, no es el tema central del libro.

Para mí, La chica salvaje es aislamiento, soledad, carencia afectiva y discriminación. Pero a su vez, muestra un lado esperanzador, pues también manifiesta supervivencia, superación y amor. Una lectura ligera con una flor silvestre como protagonista que demuestra tener tanto valor y ser tan válida como una rosa en el jardín más cuidado. Muy recomendable.