Los abuelos vuelven a meterse en otro lio. Esta vez, ha aparecido muerto un conocido del grupo del Club del Crimen de los Jueves y estes necesitan saber como sucedió semejante cosa. Entre sus contactos y un nuevo pique con la policía activa la investigación, un asunto de drogas nacional, comidas con mafiosos y anticuarios, profesores de universidad y la aparición de personajes de los libros anteriores y nuevos aportaran cada uno su granito de arena para descubrir que pasó, porqué y quién. Pero en esta investigación los sospechosos se irán cayendo de la lista en un estilo que recuerda a Agatha Christie. La novela continúa con los personajes principales anteriores y su evolución a medida que la vida les pone situaciones delante. Los personajes evolucionan, crecen y cambian. Toman roles que antes no tenían y vamos descubriendo más de ellos. En esta ocasión, descubrimos el pasado de Ibrahim, del que solo sabíamos que se dedicaba. La narración continúa siendo rápida, directa y divertida, con los diarios de Joyce por medio que siempre dan un toque especial a la historia. Los capítulos siguen siendo cortos y ligeros. Y en general la novela tiene la misma esencia que las anteriores, aunque hay que decir, que en esta ocasión es más nostálgica y melancólica. Me quedo con las ganas de leer el siguiente libro aunque el autor avisa que vamos a tener que esperar ya que va a dar un descanso a esta trama para publicar otros libros que también espero leer. |