Una de las mejores distopías de nuestro tiempo. Esta novela es una referencia constante en mis charlas casuales sobre la sociedad actual. Es extremadamente curioso ver qué tan cerca estuvo Orwell al narrar sus profecías. Supongo que tenía una visión crítica y un sentido común, conocía perfectamente la naturaleza humana y solo tuvo que hilar e hilar hasta formar el mundo de "1984". El ser humano cambia, pero no sus emociones más primitivas. Es por eso que la historia es un electrocardiograma y terminamos repitiendo los mismos errores una y otra vez. |