Un lugar a donde ir

Que puedo decir, esta saga me la estoy bebiendo como agua, es muy amena su lectura, los misterios son bien descritos y nos invita a indagar junto a Valentina Redondo y su equipo para descubrir los lazos entre las personas involucradas y desentrañar así las causas de los asesinatos y los motivos del o los responsables.

En este caso se inicia con el cadáver de una princesa medieval, dada su perfecta vestimenta y la presencia de una moneda antigua. Sin embargo, este último detalle se repite en muertes posteriores que ya no presentan otros vestigios de tiempos pasados. Por otro lado, Oliver sigue en la búsqueda de su hermano que tiene mucho tiempo en no dar signos de vida pero que tampoco hay indicios de que haya muerto. También aparece un nuevo personaje que llevará a ambos a valorar su relación de pareja.

No tengo el gusto de conocer la zona de Cantabria pero los lugares y paisajes descritos son maravillosos, espero algún día poder visitarlos. También fue llamativo la presentación sobre la profesión y actividades relacionadas con la espeleología, aunque por más que me intrigue, eso de meterse en grandes cavernas me da una sensación de terror.

Nuevamente, una novela que te atrapa de principio a fin y cuyos personajes, tanto los principales como los secundarios, ya más perfilados, nos van cautivando, cada uno con sus virtudes y defectos.