Donde fuimos invencibles

En esta ocasión aparece otro inglés, escritor de novelas, quien también llega al puerto a buscar su musa e inspiración en los recuerdos del pasado en un viejo castillo heredado. Como edificio un tanto abandonado está cargado de energías y fuerzas escondidas que hacen por ejemplo que una antigua gramola empiece a sonar totalmente a su antojo, sin que nadie la active.

A esto se une la muerte inesperada del jardinero y posteriormente de la asistenta, dando pie a una serie de eventos paranormales que implican la investigación no solo de la Guardia Civil a cargo de Valentina Redondo, sino también de un joven caza fantasmas. Ambos, con el apoyo de otros personajes, deberán desentrañar lo que está pasando y definir si hay alguna lógica en todo lo ocurrido o si de verdad hay fuerzas del más allá de por medio.

Además, está presente la búsqueda de un libro muy antiguo y valioso; ¿será este el detonante de las muertes? Y ¿quién podría estar detrás? Una trama muy entretenida, diferente y adosada con los avances en la relación de Valeria y Oliver, a quienes ya queremos tanto.