Mis raíces están en esas mujeres rurales que trabajaron la tierra de sol a sol. Mujeres que cuidaron de sus padres, maridos e hijos. Mujeres excluidas del poder. Mujeres invisibles. Mujeres olvidadas por una historia escrita desde una perspectiva patriarcal. . Las mujeres trabajaron dentro y fuera de casa, pero sin reconocimiento, ni salario. Han sido claves en el ámbito doméstico e invisibles como trabajadoras no remuneradas de las explotaciones agrícolas. Limitadas a un rol sumiso, colaboracionista y abnegado. . Celebro este 8 de marzo con un estudio sobre la evolución del trabajo femenino que se inicia con un papel de las mujeres esencial para la subsistencia. A principios de siglo hubo un proceso de educación y profesionalizacion para formar a mujeres como "colaboradoras de los hombres", pero sin desviarse de su papel de madres y esposas. Después se crearon las Ligas Católica de Mujeres Campesinas como defensa de valores de ruralismo, agrarismo, catalicismo y tradicionalismo. Y mientras quedaron reducidas al ámbito privado y a ayudar al marido. La Sección Femenina de Falange y la publicación de revistas eran claves para asegurar el cumplimiento del ideal de la mujer nacionalcatólica. Y mientras es expulsada de los espacios de producción. Desde el Régimen franquista se fomenta un discurso ruralista para evitar la despoblación y frenar éxodo rural. Se realizan actividades de formación y talleres para capacitar a las mujeres como madres, amas de casa y, al mismo tiempo, ser productivas en la explotación agraria. . Con la llegada de la Transición y la Democracia, se producen importantes cambios para equiparar jurídica y laboralmente a las mujeres con los hombres en tareas y retribución. Un hito en la reclamación de derechos es la Ley 35/2011 "sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias" que hasta entonces estaba mayoritariamente en manos masculinas. En el libro se analizan distintas fuentes como los censos agrarios donde la mujer no se tenía en cuenta porque solo se reconocía como trabajador al cabeza de familia, el hombre. En consecuencia, no fueron remuneradas, ni contabilizadas social o económicamente como trabajadoras. . Son muchos los retos del futuro para las mujeres rurales: luchar contra la despoblación, reclamar servicios sociales para conciliar, solicitar una PAC feminista y aumentar su presencia en las esferas políticas y sindicales. + Leer más |