Tu vientre, madre», dijo para sí, «fue mi razón de ser, por él existí. Alguna vez tu vientre fue mi casa. ¿Y el mío? ¿Será alguna vez la habitación de algún pequeño ser?».
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Tu vientre, madre», dijo para sí, «fue mi razón de ser, por él existí. Alguna vez tu vientre fue mi casa. ¿Y el mío? ¿Será alguna vez la habitación de algún pequeño ser?».
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—¿Por qué bailas, Rosa? —le preguntó una noche en que un cielo lleno de estrellas cobijaba el mar. —Porque si no me muevo, me detengo y si me detengo, pienso, y si pienso me desmorono —le respondió mirando no hacia él sino a un lugar donde nacían sus reflexiones. Un lugar dentro de sí, un espacio donde guardaba los secretos. |
¿Con qué frase empieza esta novela?