Mujer de azafrán de Rebeca Orozco
—¿Por qué bailas, Rosa? —le preguntó una noche en que un cielo lleno de estrellas cobijaba el mar. —Porque si no me muevo, me detengo y si me detengo, pienso, y si pienso me desmorono —le respondió mirando no hacia él sino a un lugar donde nacían sus reflexiones. Un lugar dentro de sí, un espacio donde guardaba los secretos. |