Costanza y Mauro se conocen desde siempre, se querian, tuvieron una historia de amor. Pero la vida los separó. Veinte años después se han vuelto a encontrar en plena calle. Costanza no ha tenido una vida fácil, dejó su trabajo en la fiscalia y ahora trabaja en un despacho de abogados. Tiene entre manos un caso de corrupción muy difícil que la absorbe. Se ha separado de su marido. Su hija de 6 años falleció. Su madre.... es parte de la historia y no os quiero contar nada más, tenéis que leerlo. Mauro acaba de llegar de Italia, pero ya no es Mauro, es el padre Mauro. Y ha llegado a Madrid para realizar un encargo del arzobispado de Madrid. Y este reencuentro hace que salgan otra vez sentimientos dormidos. Pero qué hacer, recuperar esos sentimientos y esa vida perdida, o continuar con sus vidas tal y como la tienen estructurada. Los dos nos cuentan sus emociones, sus sentimientos y sus miedos. Una historia de un amor que perdura en el tiempo, de las decisiones que tomamos y marcan nuestra vida. Una historia sobre la familia y la fe. Una historia sobre el dolor por la pérdida de seres queridos y la pérdida del amor. Todo ello con una prosa exquisita y unas descripciones deliciosas hacen que sea una lectura ágil y muy entretenida. Aunque hay un poco de tristeza y dolor es de lectura amable, así que os lo recomiendo porque es perfecto para descansar entre lecturas más exigentes. |