Bruja Akata

De casa al colegio
Es frecuente quedarse sin luz aquí en Nigeria, no como en Estados Unidos, y cuando eso ocurre, Sunny Nwazue saca sus velas y se queda embelesada con la llama. Así es como descubre cómo será el fin del mundo y misteriosamente comenzará a llevarse mejor con su compañero de clase Orlu, que le presentará a su vecina Chichi. Junto con Shasha, los cuatro se adentrarán en las entrañas del mundo Leopardo, ese mundo de magia que vive al margen de los borregos, que hará que Sunny tenga que descubrir quién es realmente.
Y como podemos ver, nos encontramos con Bruja Akata ante una novela de formación de una joven que descubre que tiene capacidades mágicas y se la introduce en ese nuevo mundo que estaba oculto. En este sentido, y solo como punto de comparación, no como algo directo, me recuerda un poco a Harry Potter, ya que Sunny sigue el mismo proceso: descubre el mundo mágico, hace sus amigos… Y, finalmente, que es el motor de la novela, tiene que enfrentarse a un malo que se ha dejado corromper por la magia.
Sin embargo, aunque pueda parecerlo, aunque podamos caer en creer que es algo más del montón, la novela brilla por ella misma, ya que la trama siendo sencilla, se divide en mil colores como si fuera un arcoíris: matices en la perspectiva vital, nuevos modos de magia, la idiosincrasia de un mundo fascinante y duro que deja al lector pensativo y con ganas de más.
Una edad irreconciliable
Sin duda, de vez en cuando viene bien darse un paseo por la novela juvenil que veamos qué sucede, qué problemática conlleva vivir ese momento en el que, aún siendo «unos niños» queremos empezar a ser mayores. Como ejemplo de esto, Bruja Akata es una muestra fascinante y muy entretenida de literatura juvenil, ya que su autora ha sabido tocar las cuestiones claves de ese proceso vital.
Así, veremos desde el inicio de la novela, que Sunny conseguirá ir encajándose en la sociedad en el momento en el que comienza a descubrir cómo es realmente. Saber qué capacidad tiene, que límites y con quién cuenta hace que la joven empiece a entender el mundo. En este sentido, se desarrollan temas como la amistad; los límites que debemos respetar, no porque sean impuestos, sino porque son necesarios; la atracción, el rechazo y la responsabilidad.
Sin embargo y a pesar de que el desarrollo de estas cuestiones me ha encantado, lo que ha conseguido transmitir muy bien Nnedi Okorafor es lo irreconciliable que es esta edad con el resto del mundo, y para ello ha utilizado la propia división entre el mundo mágico, la sociedad Leopardo, y el nuestro, la sociedad de los borregos. Una vez que descubrimos cómo funcionan las cosas, qué se espera de nosotros, no podemos retroceder y decir que no se está preparado, y esto es bastante dramático en la realidad. Ese dramatismo, ese solo tener un camino delante y nada a lo que volver lo desarrolla increíblemente bien la autora, ya que su mundo mágico sobrepasa todo lo demás y la convivencia entre ambos se vuelve angustiosa.
Además, para ello, también ha formado unos personajes que tienen cada uno un entendimiento del mundo. Su formación, experiencia y comprensión, hace que nos encontremos ante unos personajes con los que nos podemos identificar porque tienen mil matices y una complejidad fantástica.
Tambores de otro sitio
Pero si recapitulo, sí que me ha gustado la historia, el sistema de magia, lo que representa la aventura para el desarrollo de la protagonista, etc.; pero lo que más me ha sorprendido y enganchado, sin duda, ha sido el mundo en sí que nos enseña Nnedi. Nigeria, los distintos pueblos de África Occidental, los idiomas, etc. Y os diré, no obstante que todo esto ha sido muy incómodo de leer.
Las cuestiones sobre el racismo y el machismo que podemos encontrar en África están muy bien representadas y desarrolladas, aunque bien es cierto que al ser descriptivas en algunos momentos el lector puede sentir incomodidad. Esa realidad que considera reales tópicos como que las chicas no tienen capacidad espacial, por ejemplo, o todos aquellos que «se explican biológicamente» como que no estamos preparadas físicamente para determinadas cosas a mí personalmente me han sorprendido por su poco cuestionamiento. Asimismo, en cuanto al racismo, también sorprende el que se da entre los diferentes pueblos de África. No obstante, creo que lo que se hace en la novela simplemente es representar una realidad que es y que su protagonista va consiguiendo desbaratar poco a poco.
Original y ácida
Con todo lo que hemos dicho más arriba, la verdad es que creo que queda claro que la novela es una lectura muy recomendable. Es un nuevo mundo fascinante y con toque de crítica tan ácido, pero a la vez tan bien insertado que el lector se lo plantea casi sin quererlo. Además, el mundo que ha creado es muy original: los hechizos, la manera de avanzar en la mágica, la relación de este proceso con la madurez, etc. Todo ello conforma casi un nuevo código donde la magia ha pasado de ser algo espectacular, para tener su enseñanza y contrapeso en la formación de quien la practica.
Una novela que, como digo, os recomiendo y de la que no debéis temer la segunda parte. La historia y sus personajes están desarrollados fantásticamente bien, se sigue de manera muy ágil y su cierre, si bien es verdad que puede continuar, puede dejaros en él. Sin embargo, todos queremos más y Guerra Akata será una novela que seguramente os recomiende también. de momento, espero que os animéis con esta.

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