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Hay muchas reseñas acerca de esta obra donde ya se establecen todos los detalles y la comparación del libro con las ideas socialistas de los gobiernos. Por tanto, no hablaré de los detalles evidentes que se dejan ver desde un comienzo en la historia. Si bien son importantes pues son la idea y el propósito central del libro, no veo conveniente hablar de algo que ya se ha repetido en muchas más reseñas. Es por eso que esta es una crítica de cómo vi la historia desde mi punto de vista sin centrarme en pautas ya mencionadas, sólo hablaré de qué me ha parecido el libro. Así que se si buscas una reseña más acercada a lo ya mencionado, no creo que esta sea la más conveniente. Sin más, fue un libro que para mí, y sólo leído desde mi visión, me daban vuelcos de risa y, no porque la historia pretendiera ser graciosa sino por los argumentos que comenzaban dando los animales muy alejados, en un principio, de lo que más odiaban, para después ser convertidos en eso mismo. Convertidos así por sus acciones, por sus abusos de poder, sus excusas y sus idas y vueltas de tratar enfrentar todo sin tener que arriesgar nada a cambio. Es evidente que los animales son un poco como esas nuevas campañas instaladas para promover su candidatura; las que siempre prometen cosas, exigen reglas, pero después todo pasa a exigencias que no comenzarán cumpliendo los líderes, esos que se nombran así desde un principio. Quienes son los líderes ahora son los mismo tipos de líderes del pasado, es algo que se sabe y se recalca en el libro. A su vez, quien cuenta la historia no es quien la pierde sino quien la gana, ese que en años se ha mantenido en la cabeza. Es su libro corto con grandes semejanzas de una sociedad actual, que siguen mostrando las fronteras que permanecen entre los individuos y las reglas para una supuesta igualdad. Igualdad que se anhela y se pretende alcanzar manchada de grandes errores y consecuencias no perceguidas, pero si dadas. Es un clásico de la literatura anglosajona y universal. Considero que es un buen libro para comenzar a leer la prosa de George Orwell. |
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