J. R. R. Tolkien. Cuentos de hadas

¡Sí! Este es uno de esos libros que compré porque tienen una portada genial. No voy a decir mentiras y lo vuelvo a decir: compré este libro porque lo primero que me gustó de él fue su portada. Mirarla detenidamente es contemplar muchos de los elementos históricos que el Legendarium tiene. Mis felicitaciones a Alejandro Pardo, que es el que aparece como firmante de ella.

Ya con él entre las manos lo que noté es que es un texto bastante corto y erróneamente pensé que iba a ser fácil de leer, pero no; en realidad es un texto intrincado y con un análisis bien planteado de la obra de Tolkien principalmente desde la teología y la filosofía, pero filosofía de verdad, no de la burda aplicación de esta como enseñanzas tipo coaching que algunos andan haciendo por estos días. Así que, no se dejen engañar por su extensión y mejor léanlo atentamente, porque Odero sabe de lo que habla y lo hace muy bien.

Con una breve introducción sobre los acontecimientos más importantes de la vida de Tolkien, pronto Odero aborda los temas principales de su ensayo: los cuentos de hadas de Tolkien, la mitología Tolkiniana y el sentido del mito de Tolkien.

Para el apartado de Los cuentos de hadas de J.R.R. Tolkien Odero usa como fuente principal el ensayo/conferencia del mismo Tolkien titulada On Fairy-Stories (1939) y procura hacer un comentario bastante desglosado de cada parte fundamental de este. Me resulta interesante este apartado por el hecho de que un comentario tan detallado nunca lo había visto y muchas cosas del citado ensayo se dan por entendidas a priori por el público o simplemente se dedican a comentar algún fragmento de interés; en Cambio Odero lo hace de forma general y ejemplificando cada punto importante con las mismas obras de Tolkien. Es un apartado que vale todo su peso en oro y sobre el cual es seguro que volveré después.

Posterior a este desglose, y como preludio a lo que es la parte más pesada del ensayo, Odero propone un repaso por algunos de los aspectos más importantes de la mitología creada por Tolkien tales como la creación, la muerte, el bien y el mal, la religión y la humanidad. Acá de nuevo recurre a las fuentes primarias y da ciertos atisbos de lo que viene en el siguiente apartado.

Finalmente, en el apartado El sentido del mito en Tolkien Odero somete a un minucioso análisis la obra de Tolkien a la luz de la teología y la filosofía. Este es el apartado que más me costó entender por los motivos que ya mencioné; pero, no por esto me dejó de sorprender lo detallado que resulta el apartado y las citas tan variadas que usa para dejar en claro sus ideas y argumentos, es un apartado que desborda un conocimiento de Tolkien enorme y un entendimiento admirable.


Con esto queda de manifiesto que el objetivo del ensayo es someter la obra de Tolkien a un estudio científico bastante exhaustivo con el fin de recabar en la fuente más honda de su obra: su fe católica; todo esto con el fin de dar un marco general sobre el género a la luz de ambas disciplinas que evidentemente son las que más domina el autor y que viene muy bien para enmarcar muchos de los elementos del género y da una idea muy bien detallada sobre lo que es y lo que no es la subcreación; el punto de partida de cualquier relato que quiera entrar dentro del género literario imaginativo.

El ensayo viene de una época ya lejana en el tiempo y mucha agua ha corrido por el río desde su publicación y hay mucho más material disponible ahora; pero no por eso el libro está mal fundamentado ni nada, tiene hondas raíces y un abordaje de la obra de Tolkien como se lo merece. El ensayo demuestra un entendimiento increíble del Legendarium que se evidencia no solo en la manera en el que lo aborda, sino también en lo pragmático, corto y sustancioso que es el ensayo.

Creo que si el ensayo hubiera sido más extenso lo hubiera terminado abandonando, pues personalmente se me hizo difícil seguirle el hilo entre cada explicación filosófica o teológica que el autor plantea. Así que no es nada raro que me haya perdido de alguna u otra apreciación reveladora que el autor haya hecho y que mi miopía filosófica y mi agnostísimo me hayan impedido ver. Eso no quiere decir que el libro esté plagado de prédica de comienzo a fin como las evocaciones rimbombantes a dios que hacen al principio parecían señalar. Estoy seguro de que alguien que tenga al menos una de las dos: un mejor panorama filosófico o algún ápice de fe, puede encontrarlo más interesante que este reseñante.

Este ensayo es una obra primigenia del tipo en español, y para mí es ahí donde radica su mayor importancia, pues allanaría el camino de un nicho cada vez más fecundo. Grata sorpresa me llevé al saber que Odero fue nada más y nada menos que el director de tesis de doctorado de Eduardo Segura, una completa autoridad sobre Tolkien en habla hispana. ¡Qué buen maestro el que ha tenido!