InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de EntreLibros


EntreLibros
02 July 2023
"Whitey había muerto. ¿Cómo podía haberlo olvidado? Una oleada de agua sucia le cayó encima: Whitey ha muerto y Whitey está muerto. ¡Qué haces, aún viva! [...] Sería castigada. Debía ser castigada."

Whitey para su vehículo en el arcén, ¿Es una cuestión ética?, cuando presencia un episodio de violencia policial a un hombre de tez morena. Lo hace con la serenidad de ser blanco, blanquito, empresario de posición acomodada y reconocible por haber sido alcalde de Hammond. Esta aparente superioridad moral no impedirá que sea también repelido con varias descargas de pistolas Táser. Whitey, terminará siendo la víctima propiciatoria cuando este ataque le provoque un severo ictus del que no podrá recuperarse.

Con esta muerte, su familia también sufrirá el ataque cuando se tambaleen los cimientos más profundos de su estructura patriarcal. Whitey, padre. Whitey, esposo. Whitey, referente necesario en el status social. Whitey, el eterno fantasma que recorrerá la historia de principio a fin.

Jerarquizadas, magnificadas y priorizadas las necesidades del padre, Jessalyn, la esposa y madre, es amada pero invisibilizada. Sus propias necesidades están ocultas, son desconocidas. La viuda es la gran desconocida, siempre a la sombra, larga y ultraprotectora, también amada, de Jhon Earle McClaren.

Tras este absolutismo afectivo, todo para ella pero sin ella Jessalyn, la viuda, está descabezada, desmembrada, atemorizada, extremadamente vulnerable ¿Acaso podrá vivir sin Whitey? ¿Acaso tiene el derecho de sobrevivir a Whitey? Llegado este momento, un sentimiento de culpa, demoledora y castrante acompañará a la viuda en su reconstrucción. También los hijos vivirán su particular transformación, en su búsqueda de una identidad propia bajo el mantra de ¿Qué pensaría Whitey? ¿Qué haría Whitey?.

Joyce Carol Oates, inteligente y aguda observadora, nos lleva desde lo individual a lo colectivo. Desde lo particular, la familia McClaren, al retrato descarnado de una sociedad especialmente perversa: la norteamericana. Y desde lo social al individuo, siempre esforzado en encajar en esos cánones conservadores impuestos. Nada romántica para poder aspirar a los finales felices, Joyce Carol Oates, siempre ofrece a sus personajes una posibilidad de redención, un camino de supervivencia que les permita seguir adelante.

Oates, tan prolífica y prolija, vuelve a reflexionar sobre los temas que conforman su universo literario: la violencia y sus consecuencias, el abuso institucionalizado, las diferencias raciales, las tensiones de clase, la familia como eje social, el individuo alienado, los roles de género, la homofobia. Oates y sus mujeres, siempre en esa dura pugna por sobrevivir al sistema y a sí mismas. La viudedad, que ya diseccionó en sus “Memorias de una viuda” como momento autobiográfico, una etapa vital crítica para tantas. Ella, eterna defensora de un feminismo recalcitrante. Y multitud de reflexiones sobre tantos temas que serían imposibles de enumerar.

Y lo hace, como es habitual, de manera magistral y brillantísima:
brillante es la estructura narrativa donde domina, con sorprendente maestría, el tiempo y el espacio; donde el narrador pasa desapercibido hasta colocarte en la piel, en los pensamientos, en los sueños de cada personaje. Brillante es la construcción psicológica de cada uno de ellos, tan distintos, tan reales. Brillante su capacidad narrativa, siempre salpicada de sus personales construcciones gramaticales... Con todo ello, Oates, te propone una lectura inmersiva que, a fuerza de fascinación, te empapa, te sumerge en todas y cada una de sus casi 800 páginas. Monumental, sí.

Joyce Carol Oates es una de las mejores escritoras contemporáneas. Siempre es la eterna contemporánea, sin duda referencia irrenunciable de sucesivas generaciones de lectores: la eterna retratista, personalísima y auténtica, del tiempo que le toca vivir. Hay que ser genial en este noble arte para escribir de manera tan intemporal sobre temas, finalmente, tan universales que parecen no evolucionar en el tiempo, de una forma tan intensa y profunda.

Salgo de la novela con la seguridad de haber recibido una nueva masterclass de esta "rara avis", con la misma fascinación que cualquiera de sus alumnos de escritura creativa. ¿Y el Nóbel para cuando? Hace unos días cumplía 85 años. Vamos tarde.
Te esperamos en Entre Libros.
Enlace: https://www.facebook.com/pro..
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro