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“ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕞𝕖 𝕙𝕒 𝕚𝕞𝕡𝕠𝕣𝕥𝕒𝕕𝕠 𝕝𝕒 𝕓𝕖𝕝𝕝𝕖𝕫𝕒. 𝕃𝕒 𝕓𝕖𝕝𝕝𝕖𝕫𝕒 𝕤𝕖 𝕕𝕖𝕤𝕧𝕒𝕟𝕖𝕔𝕖, 𝕔𝕒𝕣𝕖𝕔𝕖 𝕕𝕖 𝕝𝕖𝕒𝕝𝕥𝕒𝕕. 𝕄𝕚 𝕞𝕒𝕕𝕣𝕖 𝕞𝕖 𝕒𝕔𝕠𝕟𝕤𝕖𝕛𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕣𝕒 𝕞𝕖𝕛𝕠𝕣 𝕔𝕦𝕝𝕥𝕚𝕧𝕒𝕣 𝕞𝕚 𝕚𝕟𝕘𝕖𝕟𝕚𝕠, 𝕞𝕚 𝕚𝕟𝕥𝕖𝕝𝕚𝕘𝕖𝕟𝕔𝕚𝕒. 𝕊𝕚 𝕙𝕦𝕓𝕚𝕖𝕣𝕒 𝕥𝕖𝕟𝕚𝕕𝕠 𝕦𝕟𝕒 𝕙𝕚𝕛𝕒, 𝕝𝕖 𝕙𝕒𝕓𝕣𝕚́𝕒 𝕕𝕚𝕔𝕙𝕠 𝕝𝕠 𝕞𝕚𝕤𝕞𝕠. 𝕃𝕒 𝕙𝕒𝕓𝕣𝕚́𝕒 𝕙𝕖𝕔𝕙𝕠 𝕗𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖. 𝕌𝕟𝕒 𝕞𝕦𝕛𝕖𝕣 𝕟𝕖𝕔𝕖𝕤𝕚𝕥𝕒 𝕤𝕖𝕣 𝕗𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕤𝕠𝕓𝕣𝕖𝕧𝕚𝕧𝕚𝕣”. Tengo sentimientos encontrados con este retelling de la Sirenita. Entiendo lo que ha querido hacer la autora al transformarlo de esta manera y por eso le he dado las cuatro estrellas, pero tengo que decir que la narrativa tiene muchos fallos de verosimilitud (escaleras en las casas de un mundo submarino de seres con colas en lugar de piernas, por poner un ejemplo sencillo). Los personajes no me caen bien, ni uno solo de ellos, la verdad (quizás podría hacer una excepción con la madre del chico, solo quizás). Y el final me ha dejado un poco fría, porque no me convence nada. Se deja audioleer, está muy bien narrado, y es entretenido, sobre todo porque está contado todo él desde la cabeza de la protagonista. Y es que además, como ya sabéis (y no considero esto un spoiler, si no conocéis el cuento de la Sirenita, lo siento en el alma), la protagonista “vende su voz” a cambio de conseguir un par de piernas para poder salir a la superficie por “el amor de un hombre”. Todo mal en esta cesión de algo vital para una persona, su capacidad de expresión. Por eso se ha llevado, como dije, las cuatro estrellas, porque ver con ojos de adulta el cuento infantil nos da mucho que pensar y la autora le ha dado la vuelta para hacer esto todavía más evidente. ¿Recomendarlo? No lo tengo claro, y menos si sois fan del cuento original… pero si es así, al menos leedlo de nuevo, con otros ojos. Si lo habéis leído contadme que os ha parecido. |
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