Rumbo a ti

Poco se imaginaba Addie cuando comenzó el viaje en coche hacia la boda de su amiga Cherry junto a su hermana Deb que iba a vivir uno de sus peores momentos. La ironía de la vida hace que por el camino se encuentren con su ex novio Dylan y Marcus, el mejor amigo de este. Ellos también van de camino a la boda porque Cherry es una amiga en común que tienen los cuatro, cuando sin querer envisten el coche de ellas, el coche de los chicos se avería y no tienen manera de llegar. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas y no les queda otro remedio que llevarles en coche, aunque las chicas y Marcus son reticentes a ello.

El viaje no puede ser más complicado. La relación entre Dylan y Addie no terminó nada bien y para ambos, sobre todo para Addie, es una situación de lo más engorrosa. Las tiranteces no solo son entre Addie y Dylan, sino que también existen entre Deb y Marcus y entre Addie y Marcus. Además de la incomodidad existente también tendrán que hacer frente a otro tipo de adversidades que harán del viaje una auténtica odisea y vivirán toda una aventura.
De forma paralela a la situación presente, el libro también cuenta el "antes", es decir, cómo se conocieron Addie, Dylan y Marcus y la forma en la que evolucionan porque todos ellos viven un gran cambio. Addie es una mujer fuerte, que tiene claro lo que quiere, pero con muchas inseguridades. Su gran apoyo es Deb, su hermana, con quien tiene una relación inmejorable y quien es su gran aliada y cómplice. Cuando Addie conoce a Dylan está haciendo prácticas para convertirse en profesora y tiene claro que ese es su futuro. Dylan quiere vivir la vida, es despreocupado, no sabe lo que quiere hacer con su futuro y su padre no deja de atormentarle y infravalorarle, hecho que lejos de ayudarle le hunde cada vez más.

Sus personalidades no pueden ser más diferentes, algo que no facilita la convivencia, pero quien más dificulta la relación entre ellos es Marcus. Marcus es un desastre andante. Está todo el día de fiesta, tiene problemas con el alcohol y las drogas y es una persona totalmente absorbente. No soporta a Addie y no entiende por qué Dylan está con ella, no considera que sea buena para él. Es el mayor foco de discusión entre la pareja, puesto que es el mal tercio. Si no se mete entre ellos físicamente discutiendo con Addie se mete en problemas y provoca que Dylan a deje plantada en situaciones especiales, como su aniversario, para acudir al rescate de Marcus.

Es el segundo libro que leo de la autora y, en principio, no tenia interés en leerlo puesto que el primer libro que sacó, Piso para dos, me decepcionó muchísimo. Había leído maravillas sobre él y posiblemente me decepcionó por las expectativas tan altas que tenía. Sin embargo, leía críticas positivas sobre este libro y empezó a generarme curiosidad, así que cuando vi que estaba en la biblioteca lo cogí. No me ha encantado (yo creo que esta autora no es para mí), pero al menos me ha entretenido y me ha parecido muy original el hecho de que casi toda la historia transcurra dentro de un coche y sin embargo no se haga aburrido o pesado. La pluma ágil de la autora y el hecho de que la novela cuente tanto el presente como el pasado otorga dinamismo a la historia y le proporciona ritmo. Desde el principio se genera intriga sobre qué paso entre Addie y Dylan, cuál fue el motivo de su ruptura y de esta forma, leyendo tanto el presente como el pasado, los lectores conocen todos los detalles. Además, los capítulos están narrados tanto por Dylan como por Addie, de forma que se conocen todos los puntos de vista y los sentimientos de ambos.
En resumen, es una historia que narra dos historias de amor de forma amena, original y fácil de leer, con unos personajes que evolucionan muchísimo y que viven un sin fin de aventuras. Asistir a una boda nunca fue tan complicado.
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