Debo decir que lo que me llamó la atención de este libro no fue su sinopsis, lo que adquirí por su portada y el color del borde frontal, pura belleza. Dicen que la belleza está en el interior, pues sí, también. He disfrutado muchísimo de esta historia tan poco convencional y de sus personajes tan bien trabajados. He sentido amor por Leon desde el inicio, en cambio a Tiffy me costó un poquito más. Hay otros personajes a los que odié que desde el minuto uno y ese odio no solo no disminuyó, sino que aumentó considerablemente. Hacía bastante tiempo que no leía algo de este estilo y realmente me ha dejado muy buen sabor de boca. La trama no solamente se centra en sus protagonistas, también en la del hermano de Leon y la suerte que correrá, que dará mucho que hablar.
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