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¡Todos deberíamos tener una abuela como Eileen! ¿Quién es Eileen? Una de las dos protagonistas de esta divertida novela. Abuela y nieta intercambian casa y ciudad, para meterse de lleno en la vida de la otra LITERAL, asumiendo sus responsabilidades, sus pendientes y hasta sus amigos. Termina colocando a una chica de ciudad de 29 años en la campiña inglesa y a una viejita de más de 70 en el convulso Londres. ¿El resultado? Una historia tierna con mucha diversión. No quitemos que en la familia de estas tres mujeres (la tercera es madre de una, hija de la otra) hubo un dolor profundo que tuvieron que superar. El amor familiar puesto a prueba y salvado (como debe ser el verdadero amor de familia) POR ENCIMA DE TODO. Mucha delicadeza en la manera en que la autora encara un asunto tan difícil como la pérdida. Demasiada ternura como expone las ganas de vivir de una mujer en la tercera edad, para quien los prejuicios no existen (son inventos nuestros) y el tener parejas, compartirse, tener lindos amigos, hacer feliz a la gente a tu alrededor, sonreír, ofrecer, acompañar, abrazar, y hasta bailar, son definitivamente las únicas cosas hermosas de la vida. Es un elogio a la alegría este libro. Es muy bonita la gente alegre, la gente buena y sin prejuicios. El único tipo de bondad, la bondad verdadera, es esa que se transmite a través de lo que hacemos por los demás...para los demás y SIN CONDICIONES. Me dio mucho gusto leerlo y definitivamente leeré los tres de la autora. |
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