Y que con tanto amor se prepare la noche a hacerse día y la felicidad altere todas las leyes de la física y que el peso de la gravedad se vuelva leve antes de que tú llegues antes de que tú llegues. |
Y que con tanto amor se prepare la noche a hacerse día y la felicidad altere todas las leyes de la física y que el peso de la gravedad se vuelva leve antes de que tú llegues antes de que tú llegues. |
Éramos tres: mi padre, yo y la vida. Éramos tres: mi padre, yo y la agonía. Éramos tres: mi padre, yo, y mi amor que venía. |
Y lloré contemplada por treinta generaciones mías atentas con sus ramos de trigo y de cebada a la polinización que dio lugar a una amapola hormonal de oxitocina. |
Marinero en tierra