¡Y pensar que casi desisto de leer esta maravilla! No sé si por cómo me pilló cuando le empecé pero la lectura me resultaba pesada y no acababa de engancharme... lo dejé una temporada y al retomarlo, esa chocolatina de la abuela de Amélie hizo que prácticamente lo acabase de una sentada. Me ha provocado carcajadas, me ha resultado tierna e hilarante. Brillante una vez más Amélie, recomendadísimo.
|