El primer libro que leí de Amélie Nothomb fue "El crimen del padre Neville" y me quedo completamente claro que no sería el último. Hace mucho que no me gustaba tanto la pluma de un autor, pero tras leer "Los nombres epicenos" me confirmo a mi misma que Nothomb pasa al grupo de escritores de los cuales, sin exagerar, podría leerme hasta sus listas de compras. La obra en cuestión es fácil de leer, ágil, corta y además muy peculiar. No se me ocurre una sola manera de describirlo, pero si puedo asegurar que cuando menos te des cuenta, lo habrás acabado y de una u otra manera habrás disfrutado de la experiencia. Usando una sola palabra para la historia escogería Venganza pero hay mucho más... Imperdible. Espero muy pronto volver a leer otro libro de esta autora. |