Diario de Golondrina vendría siendo la 15ava publicación de Amelie Nothomb, un libro diferente que no será mi preferido aunque le he encontrado ese morbo y ese estilo « nothombiano » que la caracteriza : buena escritura, vocabulario escogido, frases contundentes, texto ultra breve y un tema siempre algo border line. El todo empaquetado con altas dosis de cinismo, de la osadía, del humor negro y muchas elipses. Creo que es un libro que no hay que leer al primer grado, sino tratar de buscar lo que la escritora no dice o dice entre líneas. Un hombre de 30 años, con oficio de repartidor, se encuentra en paro y en ruptura sentimental. No conocemos el nombre del repartidor, sino que sabremos que se hace llamar Urbano porque trabaja en un medio urbano. Es fanático de la música de Radiohead y de la carne fría. Después de la ruptura sentimental, Urbano se siente vacío, ha perdido todas sus sensaciones, ha quedado anestesiado y frígido. En un bar conocerá a Youri, un ruso, que después de una larga conversación, le propondrá un rol de sicario porque Urbano tiene el perfil ideal : no siente nada, no conoce a las víctimas. Urbano trabaja mucho y bien, gana mucho dinero y nota que sus sensaciones, y sobre todo su libido, vuelven después de los asesinatos en serie. De evidencia la autora trabaja sobre simbolismo porque toda esta « aventura » no provoca ninguna encuesta, ni se vislumbra la sombra de un policía. En esta etapa de su vida, Urbano decide llamarse Inocente. Un día Youri le transmitirá un pedido especial : debe matar a un ministro y a toda su familia. El día del crimen Inocente será precedido por la hija mayor del ministro, a quien su padre ha arrebatado su diario íntimo, un lugar donde ella « se sacaba la máscara » y escribía sus vivencias y sentimientos, sin tapujos. En cuanto Inocente ve a la hija mayor, cae fulminado, prendado de la chica, no sabe su nombre, pero la llama Golondrina como aquella golondrina que entró un día a su departamento… El problema es que el diario íntimo interesa a otras personas y comienza un infierno para el sicario. Un relato que puede incomodar, perturbar, con una escritura elíptica, torcida, reflexiva, extraña y compleja. |