La edición es muy cuidada y hay algunos detalles que no hacen más que sumar puntos. La trama gira en torno a Kiva, una joven sanadora de 17 años que ha pasado la última década sobreviviendo a lo que hay tras los muros de la prisión más letal del reino, la prisión de Zalindov. Tras la captura de la reina rebelde, a Kiva le asignan la importante tarea de mantenerla viva a como dé lugar para que pueda enfrentarse a los juicios por ordalía, 4 pruebas elementales (aire, fuego, agua y tierra) que suelen asignarse a los prisioneros más peligrosos. Entre tanto revuelo la protagonista recibe un nuevo mensaje en clave por parte de su familia y en el que le piden una cosa: que la reina rebelde no muera. Una tarea difícil dadas las circunstancias. Además, surge una enfermedad aparentemente incurable mientras se llevan a cabo las dichosas pruebas y la tensión entre los prisioneros no hace más que crecer. Hubo momentos en los que tuve que pausar la lectura por lo que me generaban ciertas situaciones o anécdotas (para nada agradables). Pero más allá de eso fue una lectura amena y entretenida. Zalindov está repleta de secretos así que al final de cada capítulo solo quería seguir para saber qué pasaba a continuación. Los personajes me encantaron. Hay variedad de personalidades y cada uno tiene un rol específico en la historia. Kiva, Jaren, el pequeño y adorable Tipp, Naari y hasta Mot, me parecieron personajes demasiado queribles. Dicho sea de paso, Jaren se convirtió en mi primer crush literario del año, es imposible no amarlo😍. Llegó un punto en el que empezaron a estallar las bombas, una tras otra y varias cosas empezaron a tener sentido, cerraron algunas ideas que surgieron durante la lectura, otras quedaron completamente descartadas. Fue increíble🔥. Y con respecto al final, ¿qué decirles? Es EXCELENTE. Los últimos dos párrafos son una genialidad. Un inicio de trilogía más que fantástico. Una prisión repleta de secretos, rebelión, romance y un final que exige tener cuanto antes el segundo libro en mano. |