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¡Madre que librazo! Se merece todas y cada una de las buenas reseñas que he leído de él. Reconozco que al principio me costó un poco seguirlo por los nombres y la época; pero una vez que me metí dentro, avanzaba en la historia sin darme cuenta.

No es un libro para todos los públicos. Los thrillers históricos no son sencillos de leer y menos si trancurren en una época o lugar cuya historia no conoces. En este caso el autor iba contando lo necesario para que te situases en el contexto pudiendo seguir la trama y gracias a ello, aunque me costase ubicarme, no tardé demasiado en hacerlo.

La historia está dividida en cuatro partes. En las tres primeras nos introduce en la investigación y en los personajes que forman parte de ella llevándonos por los diferentes acontecimientos que tuvieron lugar en torno al crimen que es el eje central del libro. En la cuarta lo liga todo de una forma en que las piezas encajan para dar una imagen que resuelve el rompecabezas, aunque alguna de las explicaciones no fueron de mi gusto por escasas y por no ser algo que pudiese deducir tras leer las tres primeras partes...

Los personajes están muy bien creados, me encariñé con algunos, sufriendo cuando ellos lo hacían y alegrándome por las pocas cosas buenas que les pasaban. Y digo pocas porque el libro es duro. No me causó gran impresión la descripción de los crimenes (debo de tener el estómagoa prueba de todo, es lo que tiene cambiar el biberón por una botella de sidra), pero un entorno marginal en una época en que los ricos lo eran mucho y los pobres apenas si tenían para sobrevivir hace que algunas veces se te encoja en estómago por las injusticias...

Lo dicho: un libro que merece mucho la pena leer, pero debes de saber que nos es fácil ni para estómagos sensibles ni para aquellos que no están dispuestos a lo que leer un thiller histórico implica...