Una educación mortal

“Aquí todos tenemos que jugarnos la vida, no queda otra. El truco está en averiguar en qué momento vale la pena jugársela”.

Esta historia trata sobre una escuela de magia un tanto macabra donde los alumnos, si quieren llegar vivos a su graduación, tienen que arreglárselas para no convertirse en comida de las criaturas que comparten escuela con ellos.

La verdad que el funcionamiento de la escuela me sorprendió un montón y me pareció super diferente e interesante, a la par que raro. Lo mismo me pasó con el tipo de magia que estudian los alumnos y la forma en que tienen de hacerlo.

Pero, aun habiéndome gustado un montón esta historia, creo que no es para todo el mundo. Me explico:

La historia tarda un poco en arrancar y en explicar todo el funcionamiento de la escuela. Algo normal en un primer libro de trilogía, salvo que en este caso se toma tanto tiempo que el libro es introductorio casi hasta el final.

Además de eso, la narración es muy densa y descriptiva. Es como si la historia fuese el monólogo interior de la protagonista, por lo que casi no tiene diálogos.

A mí, al principio, me resultó un poco lento, pero en cuanto asumí que ese era el formato de la historia, lo disfruté muchísimo.

Y la última frase te deja tan impresionada que no puedo esperar a que la autora saque la segunda parte y ver qué nos tiene preparado.
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