Hagamos que los ladrones se confundan, engañémoslos. Creerán que han saqueado mi lugar de reposo, pero no será así ya que, en realidad, estarán pisando un sueño, un lugar irreal donde se los conducirá por el camino del ardid, de la trampa.
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Hagamos que los ladrones se confundan, engañémoslos. Creerán que han saqueado mi lugar de reposo, pero no será así ya que, en realidad, estarán pisando un sueño, un lugar irreal donde se los conducirá por el camino del ardid, de la trampa.
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