Lolita

Y… Bueno, me ha llevado largo tiempo y varias relecturas atreverme con un clásico tan clásico y por más de una razón.

Primero “ Lolita “ no llama a engaño, cualquier lector sabe de que va, y no espera encontrar una “ historia de amor” , o una novela convencional, por el contrario es un tema muy espinoso y contiene mucho de incómodo sobre todo en el aspecto moral y social.

Lolita es mucho más que el tema sexualizado, que todos creen saber se esconden tras estas páginas. Es un manejo magistral del lenguaje y muchas sensaciones través de la ironía.

Es si , si se quiere el diario de un pervertido, pero ¿ de que lado estamos hablando ?. Si se le analiza profundamente contiene una alta dosis de “ Alicia “ o al menos de la , llamemos intencionalidad de Mister Carroll. Aunque no dirigida a un público infantil. Y el espejo termina resquebrajado por las incidencias escabrosas que ocurren a ambos lados, al nunca reflejar una realidad unidireccional.

Es un diario de viajes ficticio dentro de la ficción onírica, esquizofrénica y paranoica del personaje principal.

Es el uso de múltiples técnicas literarias que intentan restarle seriedad aun asunto tan serio como la concepción moral de la sexualidad, si bien tiene pasajes descriptivos y párrafos más que claros, no es un simple tema de sexualidad, sensualidad, pornografico, pederastia o cualquier execrable forma de relación carnal.

Y es solo un ínfimo porcentaje ( las arriba mencionadas) de la infinita cantidad de desviaciones sexuales

No hay justificación para la misma, excepto que es literatura, y la literatura puede ser leída o no, aprobada o no, disfrutada o no. Pero con toda certeza será criticada, positiva y negativamente según la óptica del lector.

de esta guisa, a mi siempre me ha parecido genial el manejo literario de Nabokov, y la temática incómoda queda para mi soterrada por el hecho, de que , en la vida real hay tantas Lolitas como Humberts, sin necesidad de pertenecer a los grupos etarios que el autor plasma en la novela.

Ni canto libertario, ni oda a la perversión, ni siquiera simple desenfreno maniaco, es solo , para mi literatura, bien manejada, no daña mis ojos, no altera mi percepción, de la realidad, no me incita a la comisión de delitos, ( ni sexuales ni de ningún otro tipo… sólo me conmueve, que para eso es la literatura y el arte.

No ame a Lolita, no odie a Humbert, solo los conocí como Nabokov me los ha presentado.