Les Caprices de Marianne

Yo no soy más que un libertino que no tiene corazón; yo no quiero a las mujeres, y el amor que inspiro es lo mismo que el que siento: la pasajera embriaguez de un sueño

Sabía cuán engañosas son las ilusiones, y prefería las ilusiones a la realidad

¿Qué es una mujer? Un entretenimiento fugaz, una frágil copa que contiene una gota de rocío, que se lleva un momento a los labios y que luego se arroja despectivamente

Tenéis por delante cinco o seis años para ser amada, ocho o diez para amar, y lo demás para rezar

Celio es mi mejor amigo, y si yo quisiera aguijonear vuestra voluntad, os diría que es hermoso como la aurora, joven y noble, y diría verdad; pero, como lo que deseo es excitar vuestra compasión, os diré que, desde el día en que os conoció, está triste como a muerte.

¿No dicen que todas las mujeres se parecen? Entonces, ¿por que se parecen tan poco unos amores a otros?

CELIO
¡Qué feliz eres con tu locura

OCTAVIO
¡Y que locura la tuya, no ser feliz!

¡Desgraciado de aquel que se entrega en plena juventud a un amor sin esperanza!

En la ciudad vuestra esposa está considerada por todos como un dragón de virtud; no se trata con nadie, y no sale de su casa más que para ir a misa