Es la primera novela que leo de la escritora y mi primera incursión en la literatura japonesa. Es una historia corriente, del día a día, pero a la vez intimista, introspectiva. Una trama corta, que se desarrolla despacio, en la que parece que no sucede nada y sin embargo, si te adentras en leer entre líneas es una crítica social al comportamiento de la sociedad en general, y de la nipona en particular. Una crítica de roles sociales, estatus, del papel de la mujer, qué se espera de cada uno de nosotros. Muestra la hipocresía y sensacionalismo, el materialismo y la búsqueda del bienestar. |