Tokio blues

Uno de los libros más famosos de Murakami: y me pregunto porqué. La historia comienza con un hombre aterrizando en Alemania y rememora sus años iniciales de adultez, tanto sus últimos años de preparatoria como sus primeros años de universidad. Recuerda especialmente las relaciones que lo acompañaron durante esos años (tanto amistosas como amorosas).


Entiendo que Murakami toca temas importantes como la salud mental, la identidad y la madurez. Sus descripciones pueden ser muy bellas: a veces su narración logra cautivar. Y el contexto social de Japón en los sesenta también está bien plasmado. Pero siento que la historia no llevaba a ninguna parte -que bien podría ser una metáfora de que así es la vida, pero no hubo nada que me conquistara.


Dejando de lado la trama, que percibo como ordinaria, nunca logré identificarme o interesarme por los personajes. Si bien Murakami logra un retrato decente de la depresión en el personaje de Toru, pero sentí que la historia estaba rodeada de lugares comunes. Desde el protagonista que se percibe como ordinario y los demás tratan de brillante y especial.


Sinceramente, odié los personajes femeninos. Parecieron trazados del cliché de manic pixie girl: chicas 'singulares', idealizadas y que responden sólo a la historia del personaje masculino principal. Tengo especial problema con el libro porque el único personaje infantil (aunque para ser más precisos, adolescente) que aparece, es de forma muy sexualizada. Que ya sé que tiene un trasfondo, pero insisto en que es el único personaje infantil. Me incomodó leerlo y me sigue causando mucho cringe.


Soy consciente de que mis impresiones e interpretaciones del libro son muy personales. Sí veo el aire existencialista del libro, la angustia y hambre de vivir que algunos personajes encierran. El desconcierto ante la vida, que puede parecer fútil en medio de una sociedad que se rige de apariencias y méritos. La presión por encajar en un molde establecido, y cómo algunos podemos rompernos ante esa presión. Y otros, sobrevivir o intentar aprovechar la vida como se pueda. Pero de veras que hay varias cosillas que no me terminaron de convencer, que no me encantaron o me incomodaron.