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Y por fin puedo decir que me he leído un libro de Haruki Murakami. Era un autor al que tenía ya muchas ganas de leer, y que hasta me daba algo de vergüenza no haber leído ninguno de sus libros hasta la fecha. Así que cuando encontré este libro por casualidad en el vestíbulo del edificio en que vivo (un vecino había dejado varios que ya no quería para que los cogiera quien quisiera) lo vi como una señal de que ya era hora de leer algo de este autor de fama internacional, y comprobar de una vez si era tan bueno como señalaban las criticas que he visto por redes y por internet de sus obras. O descubrir si me encontraba en el grupo de aquellos que creen que está sobrevalorado y que le detestan, que todo podía ser. Y voy a ser honesta: el libro me ha gustado bastante. Pero creo firmemente que no ha sido la mejor lectura para iniciarme con este autor japonés por varios motivos. “Sauce Ciego, Mujer Dormida” es una recopilación de 24 cuentos que Murakami escribió y publico en diversos libros. Por ello no hay un hilo conductor en esta antología, cada historia tiene su propia entidad y no está relacionada con el resto de las que podemos encontrar en el libro. de ahí que nos topemos con relatos encuadrados en géneros tan diversos y variopintos como el terror, el surrealismo, la critica social, el misterio o la fantasía. En general, es ahí donde puedo encontrar la mayor critica a la recopilación a nivel personal: siento que al tocar tantos géneros no hay un sentido de la unidad propiamente dicho en todo el libro que haga que todo tenga más sentido y armonía. de ahí que considere que haya hecho mal iniciándome con Murakami con esta obra y que está, en general, me haya parecido un tanto irregular. Creo que los que más la disfrutarán son aquellos que ya hayan leído más cosas de este autor y que estén más familiarizados con él y sepan que esperar. Porque, sinceramente, ha habido unos pocos momentos en los que me he sentido un poco perdida mientras leía. Un poco bastante, para que mentir. No es muy difícil percatarse de que Murakami tiene un mundo muy personal, lleno de simbología y que parte de muchas influencias, como la propia cultura japonesa o su amor por el jazz. Tenía la idea de llegar a este escritor sin saber nada de su obra ni de su vida, para dejar que cuando llegara el momento me sorprendiera. de hecho, las escasas reseñas que leído sobre alguno de sus trabajos las he visto prácticamente por pura chiripa, no porque yo las buscara de una manera premeditada. Y ahora me doy cuenta de que esto ha sido un craso error. Por lo menos en lo referido a esta antología, aunque me da que esta afirmación puede ser válida para todos sus libros. El mundo de Murakami bebe de muchas cosas, y su propia vida es una de sus principales fuentes. Me he dado cuenta mientras leía y, ahora sí, buscaba más información sobre su biografía. Además, como el autor japonés señala en la introducción, varios de estos relatos fueron el germen de algunas de sus novelas. Es por eso que en contra de mi costumbre no he ido escribiendo brevemente que me han parecido cada uno de estas historias. Notaba que no tenía mucho sentido hacerlo cuando toda la antología, según iba leyendo, iba descolocándome más y más. Pero ¿sabéis qué? Si hay algo que valorado mucho de este volumen es que el 95 % de estos relatos no me han dejado indiferente. Todos y cada uno me han dicho cosas muy diferentes, para bien o para mal. Pero sobre todo para bien.Y eso es lo que esperaba de Murakami, que fuera un escritor que de alguna forma me removiera, me sacase de mi zona de confort y me obligarse a ir más allá. Ha habido cuentos que no me han dicho absolutamente nada, otros que no he entendido, otros que me han encantado, y otros en los que directamente he tenido que echar mano de imaginación para encontrarles algún significado. El contenido de Murakami puede que no sea fácil, pero la forma en que escribe es simplemente espectacular. Lleva al lector a donde quiere, pero de forma que también le da bastante libre albedrío. Y con eso lo que logra es que incluso con los cuentos más descabellados éste consiga implicarse. Y los cuentos que me han gustado lo han hecho en un grado muy alto y profundo. Me han maravillado por lo delicados y brutales que pueden ser a la vez, por la forma en que Murakami nos habla sobre la pérdida, la soledad, los cambios generacionales y el desarraigo entre otros muchos temas, pero también de la redención y la esperanza. Y todo de una forma tan llena de sensibilidad como de fuerza, com mucha simbología, pero a la vez de una manera muy directa. Entre mis favoritos destaco “Viajero por Azar”, “Hanalei Bay”, “El Septimo Hombre, “La Piedra com Forma de Riñón que se Desplaza Día Tras Día”, “Toni Takitani”, El Espejo” y “ El Folklore de Nuestra Generación: Prehistoria del Estado Avanzado del Capitalismo”. Valoro mucho el cuento como forma de narración. Me parece mil veces más difícil y complicado hacer una historia redonda en trama y personajes en diez o veinte páginas que en doscientas. Por eso como lectora, para mí, no hay nada más satisfactorio que encontrarme con un relato bien escrito y que me guste, y descubrir en poco espacio una historia bien asentada y con un hilo conductor fácilmente identificable y claro, que este sazonado con diversos sucesos que me resulten creíbles y bien organizados. No sé si será por esto que siempre que leo un cuento bien escrito noto en él una suerte de, llamémoslo vapor, que desprende la satisfacción del propio escritor a través de sus palabras, como si él o ella fuera consciente de lo que ha logrado. El cuento es la sublimación de la excelencia para mí. Y creo que en pocas antologías he notado más esto como en la presente “Sauce Ciego, Mujer Dormida” . Él mismo empieza el prólogo de la obra diciéndonos que “escribir novelas es como plantar un bosque, y escribir cuentos, se parece más a plantar un jardín. Los dos procesos se complementan y crean un paisaje completo que atesoro”. Y nos habla de cómo le gusta alternar la escritura de novelas con la de relatos. Y eso ha sido para mí toda esta recopilación, un canto a la lectura y escritura de los cuentos, a las satisfacciones y sinsabores que cada una de estas actividades puede procurarnos. Así que sí, quizás no haya sido la mejor opción como primera lectura de este hombre, pero aún así he salido encantada de este reto. Yo estoy segura de que si hubiera leído más novelas de Murakami antes hubiera disfrutado mas esta antología. Lo que tengo claro es que me he quitado la espinita de no haber leído a este autor tan relevante, y que solo es el principio de una bonita relación. Eso sí, creo que es bueno intercambiar esta lectura con alguna otra, ya que leerla de un tirón, puede hacerse muy denso y pesado. Tengo desde hace muchos años pendiente en mis estanterías “Tokio Blues”, y creo que no tardara en caer. |
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