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El libro comprende 8 relatos narrados a la primera persona con esa pincelada de realismo mágico que aparece y se instala sin previo aviso. Siempre en sus textos encontramos personajes en búsqueda de identidad, bañando en cierto malestar. La actitud prevalente de los personajes es la distanciación, una indolencia hecha de desilusión : el fatalismo zen. Los 8 relatos me gustaron, pero de manera desigual; sonreí mucho porque el autor no puede dejar de instilar su realismo mágico, sus pasajes al onirismo en medio de un párrafo completamente pedestre. Anoto que la madurez (73 primaveras) le trae muchos recuerdos eróticos, otros tiernos. Mi relato preferido es « Carnaval » donde el protagonista conoce a una mujer muy fea, fea de veras, pero con otros encantos que subyugan. Y esta mujer tiene un marido más joven que es un canon de belleza masculina. Encontré muy divertida la manera que adopta el escritor para hacernos admitir esta fealdad, insistiendo varias veces. En este relato sale a relucir su condición de melómano, experto en jazz y música clásica. Varios relatos hablan de música, especialmente du jazz. Y creo recordar que antes de ser un escritor famoso, Murakami tenía en Tokyo un modesto bar donde se podía escuchar jazz. Otros relatos hablan de sus relaciones femeninas. Varios tipos de relaciones y dando la impresión que Murakami buscaba sobre todo una comunión de gustos para poder comunicar a sus anchas. La historia para mí más original y representativa del estilo del autor japonés, es el relato con el mono de Shinakawa porque ahí tenemos reflejado todo el talento de Haruki Murakami. Una lectura simpática que acerca el lector al inmenso autor que es hoy en día este escritor. Enlace: https://pasiondelalectura.wo.. |
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