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A pesar de que Murakami no me gusta, reconozco que sus historias contienen una profundidad que, lejos de hacerme recapacitar, me sorprenden. No entiendo esa manía suya de complicarlo todo, la verdad. Esta novela contiene dos historias que bien podrían ser una sola (¿lo son?). ¿Es acaso la ciudad amurallada la misma Tokio en otro tiempo? ¿Es el informático de la segunda historia tan sólo una máquina manipulada que ha perdido su propia consciencia? ¿Qué significado tienen en realidad los unicornios de la ciudad amurallada? ¿Se convertirá el mapa para huir de esas ciudad en la brújula para llegar a ese Tokio informatizado? Una vez te pones a leer historias del todo inverosímiles te acabas liando la manta a la cabeza y a delirar como el propio autor. Todo un ejercicio de imaginación, pero a mi no me convence demasiado. Excesivo, quizás.
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