Tu eras la Elegida

Los secretos desaparecen cuando se dicen en voz alta, cuando alguien más los escucha, y entonces dejan de ser secretos. Cuando te libras de ellos, puedes empezar a cambiarlos

No había espacio para la duda en una mente que sólo entendía aquello que le habían impuesto.

Ninguna historia era más valiosa que una vida [...].

Sólo recuerda que un Dios que sueña con aquello que nunca podrá tener está condenado a vivir como un esclavo. Y la condena lleva al odio, y el odio rompe el sello, y cuando se rompe, el miedo vaga sin control [...].

[...] el camino sólo se recorría hacia adelante.

Cuidado con aquellos que viven atormentados por lo que nunca fue, sus ideas pueden envenenar hasta el alma más pura.

Las apariencias [...], como la ropa, sólo muestran lo que nosotros queremos que muestren, son un arma como cualquier otra.

[...], los secretos desaparecen cuando se dicen en voz alta, cuando alguien más los escucha, y entonces dejan de ser secretos. [...] Cuando te liberas de ellos, puedes empezar a cambiarlos [...]

[...] prefieres mantener tu imagen de víctima antes que levantarte y reclamar lo que es tuyo. Eso, querida, se llama huir.

Había conseguido sobrevivir sin muchas quejas, algo de ayuda y la desesperación que nace al comprender que la vida sólo depende de uno mismo.