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Como reza el título, la protagonista de esta novela se propone pasar 365 días sin hacer nada, como una especie de cura. Una sinopsis y un objetivo sencillos, aparentemente. Convencida de que, tras este periodo, el cien por cien de las células de su cuerpo se transformarán en otras, sin recuerdos, y que así “volverá a nacer”, recurre a una psiquiatra de ética flexible y a mucha medicación. Y así, cada día, tras dejar su trabajo y su escasa vida social, nos sumergimos con ella en una ingesta constante de pastillas y ratos de somnolencia en las que ve películas malas de los ‘90 de Whoopi Goldberg, su persona favorita del mundo. ¿Y por qué una chica de 26 años, guapa, rubia, delgada -a la que poco cuesta imaginarse con un aire a Kate Moss- dejaría su trabajo como galerista para pasar un año entero de letargo narcótico? Pues eso es la pregunta que te hace devorar este libro casi en un abrir y cerrar de ojos. Esta es una novela existencial sobre la fragilidad de la vida y lo fútil; un intento por sobrevivir a una depresión y de soportar la pérdida. Para la protagonista, dormir es la solución para dejar de sentir -¿y para quién no?-, para volverse “inmune a los recuerdos dolorosos”. El odio a uno mismo, la salud mental, el amor y el desamor, la vida o la muerte, en una narración cuya protagonista, pese a todo, consigue ser graciosa -sobre todo, bajo los efectos de los narcóticos y los episodios de semi inconsciencia que le suceden- pero sin ser alegre. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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