El último adiós

Empecé a leer a Kate Morton porque me regalaron El jardín olvidado y me enamoró. Pero después de este no continué leyéndola. A los años me volví a tropezar con ella en una librería de segunda mano con Las horas distantes y me volvió a enamorar. Ya ahí decidí que me leería todos sus libros y ha día de hoy se ha convertido en unas de mis escritoras favoritas.

Con este libro no fue menos. Su inicio es impactante, una situación, un momento, un misterio sin resolver. Y a partir de ahí se va desgranando la historia y vas descubriendo todos los hechos sucedido conforme lo van descubriendo los propios protagonistas.

El personaje de Alice me enamoró y aún recuerdo vivamente algunas de sus aficiones y algunas de las cosas que le suceden pese habérmelo leído hace años. Se han quedado grabados estos momentos en mi memoria como si de una película se tratase y no es extraño, ya que el libro te atrapa del tal modo que hace que lo vivas con la misma intensidad que los personajes.

Es uno de esos libros con una trama en forma de muñeca rusa en el que salen muchas subtramas, estando todos los elementos y todos los personajes entrelazados.

El final es una sorpresa tras otra. Te deja sin palabras, como todos sus libros. Es una suerte tener a autoras como ella.