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Viajamos de Auschwitz-Brikenau en 1945 a Siberia junto con nuestra protagonista Cilka: una joven de dieciocho años Checoslovaca a la que conocimos un poquito en la entrega anterior "El tatuador de Auschwitz" contada por Lalo Sokolov. Partimos de una historia basada tristemente en hechos reales donde una joven vivió un calvario durante años en el campo de concentración de Auschwitz y tras varios años allí, cuando todo acababa, fue juzgada por los rusos por "colaborar" con los nazis, mandándola a los llamados Gulags en Siberia. La fuerza de la protagonista, su evolución es completamente admirable y gracias a la pluma de la autora resulta muy sencillo empatizar con ella algo que ha conseguido que me emocione en varias ocasiones. La nota final de la autora pone el broche a esta historia además de añadir datos sobre los diferentes personajes que han hecho que la lectura sea redonda. Sin duda este libro se coloca en mis mejores lecturas de este año y aún con sus partes duras lo recomiendo muchísimo. |
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