Os traigo la segunda parte de El tatuador de Auschwitz, aunque realidad se trata de un personaje secundario de la primera novela que acaba protagonizando su propio libro. A pesar de que la protagonista existió, la historia está más próxima a la ficción que a la realidad. El libro se lee bien, pero a mí se me ha hecho un poco largo. Y eso que lo leí a contrarreloj tratando de llegar al plazo estipulado del club de lectura, pero no llegué.
|