No te enamores de Rosa Santos

—Mi madre nunca me dejó verla llorar —admitió con aire pensativo—. Siempre me asustó mucho estar triste, porque creía que la tristeza me tragaría entera. Quiero que sepas que está bien sentirse triste.

Las palabras eran islas que se hundían en el silencio como canciones olvidadas.

Las palabras eran islas que se hundían en el silencio como canciones olvidadas.

¿De qué servían las palabras de todos modos? Nunca podías encontrar las correctas cuando las necesitaba.

Tal vez volver a casa podría ser tan simple como escuchar una canción.

La canción de mi vida dice que conocer el mar es conocer el amor, pero que amarnos es perderlo todo.

Tal vez volver a casa podría ser tan simple como escuchar una canción.

A pesar de todo, su amor vivía y respiraba, todavía enredado con una esperanza eterna de libertad.

La canción de mi vida dice que conocer el mar es conocer el amor, pero que amarnos es perderlo todo. Aún susurran que estamos malditas, pero no sé si es por una isla, por el mar, o por nuestros propios tenaces corazones

Alex era el mar y yo quería cerrar los ojos y saltar para sumergirme en él.