Lo que encontré bajo el sofá

Es el tercer libro que leo de Eloy y, aunque los otros dos están en mis mejores lecturas del año, éste dista mucho de estar en esa lista.

Los puntos a favor es, como siempre, la pluma del autor y el como consigue hacer capítulos cortos que enganchan hasta la saciedad. Además, nos enseña los rincones de Toledo de manera magistral, pudiendo aprender gran cantidad de cosas del lugar.

Lo negativo, y que hizo que este libro no me gustase por muy buena que fuese la historia, es que sentí todo el tiempo que está tratando de justificar la infidelidad. Es como que no pasa nada por ser infiel y sentirse culpable ya que parece ser que todo el vecindario y conocidos también lo fueron alguna vez y eso es motivo suficiente para que no te sientas mal y puedas seguir adelante con tu vida. Esto hizo que lo bueno de la historia y de la ambientación se quedase en la sombra y solo puedo recordar lo desagradable que se me hicieron muchos de los diálogos que de una forma u otra, justifican o tratan de quitarle peso a este acto.