Libro juvenil de rápida lectura en el que, a través de un viaje no deseado del protagonista, se habla de temas profundos de manera muy amena. Las amistades de verano que aunque cortas dejan una huella intensa y duradera, el proceso de madurar y asimilar hechos que resultan difíciles de digerir, el afán de unos padres con problemas en ocultar su situación a su hijo adolescente, a pesar de que este les ha calado bien,... Lo que más me ha gustado es la espontaneidad y la imaginación que tienen los protas, y la historia que se montan con lo que les va sucediendo y lo que ellos se inventan. Es una lectura muy buena que recomiendo a jóvenes y maduros, se lee muy bien y rápido y tiene varios mensajes muy buenos entre líneas. |