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Algunos de los personajes más conocidos de distintas novelas góticas y de aventuras de la literatura victoriana como Mina Murray, Alan Quatermain, el Capitán Nemo, el Hombre Invisible y el doctor Jeckyl (y mister Hyde, claro) se unen en una enrevesada y escabrosa aventura para recuperar una sustancia antigravitatoria que ha sido robada del Imperio Inglés y que ahora, claro, es una amenaza para el mismo gobierno. O puede que haya algo más que eso... Había leído algunas partes de este volumen, pero leer entero la serie de “La Liga de los Hombres Extraordinarios” era una de mis asignaturas pendientes desde hacía muchos años. El concepto del que parte la historia me ha parecido siempre muy atrayente e interesante, y tenía curiosidad por ver como podía hacerse de forma que la trama no se quedase en un mero pastiche simplista y tópico. Y vaya si lo consigue el señor Alan Moore. Para ello creo que tiene mucho que ver el tono oscuro, violento y pulp que se usa para el guion, y la complejidad de los personajes que protagonizan esta historia (para los cuales se toman muchas licencias respecto a como eran presentados en las obras originales de donde provienen) y las relaciones que se establecen entre ellos. No son personajes fáciles, cada uno tiene su propia personalidad, ambiciones y pasado, y hay momentos en que parece que va a ser imposible que se lleven bien y puedan trabajar en equipo, creándose situaciones entre ellos de todo tipo y realmente muy interesantes. Así que es muy divertido ver como poco a poco cada uno de los integrantes de esta peculiar liga va aportando algo a la misma, como cada uno de ellos llega a ser decisivo en la aventura y en la trama tan original y rocambolesca que nos presenta Alan Moore. Con él todos ellos consiguen una dimensión más carismática y humana que muchas veces no lograban con sus autores originales. Al célebre guionista se nota que se lo está pasando pipa escribiendo esta historia, hace y deshace a su antojo según sus propios intereses argumentales o la historia que le apetece narrar. La ambientación que presenta es oscura y densa, un poco difícil de digerir, pero es lo que esta historia llena de personajes atormentados, aventuras, matanzas, sangre y visceras es lo que requiere. Desde luego, no voy a negar que una de las características más interesantes de este cómic, y de toda la historia en general, y que reconozco que es lo que me ha hecho interesarme por la misma, es la cantidad de personajes y de referencias a la literatura de la época que pueblan sus páginas. Así nos encontramos con personajes como el profesor James Moriarty, Mycroft Holmes , su hermano el archiconocido detective Sherlock Holmes, Auguste Duphin, una suerte de James Bond, o la célebre Nana de Emilé Zola, entre otros muchos. Es súper divertido ver como cada una de estas referencias es usada en la trama, y resulta muy entretenido cuando captas alguna (realmente no son muy difíciles de pillar para el lector medio) , lo que le da un plus de entretenimiento e interés a la lectura. Respecto al arte, creo que la labor al pincel de Kevin O'Neill es justo lo que necesita una historia de estas características. Es un dibujo muy peculiar, con unos diseños muy personales y viscerales, cargados de mil y unos detalles que hacen que sea una delicia pararte a contemplar cada viñeta para empaparte de su estética brutal y gore que retrata y dibuja muy bien tanto la ambientación de las zonas más sórdidas y peligrosas del Londres Victoriano, como se encarga del diseño naves y objetos de ciencia ficción que resultan cuidados, originales y grandiosos. Sus personajes, además, son muy expresivos, y eso ayuda al lector a introducirte en la historia y en lo que sienten o piensan en ese momento concreto. He tenido la suerte de manejar la edición de la editorial Planeta, que creo que hace honor a la obra por lo cuidada y bonita que está y por la excelencia de su traducción, y que además incluye un relato escrito por Moore “Allan y el Velo Rasgado” que disfrutará plenamente cualquiera que haya disfrutado con el cómic que viene previamente. La edición, además, viene con las portadas de los capítulos cuando fueron publicados individualmente, y con una serie de extras que resultan muy interesantes y cuidados. Desde luego, el cómic original no tiene nada que ver con la popular adaptación cinematográfica de la obra. Pero nada en absoluto, excepto algunos personajes, cuyos caracteres sobre el papel no se parecen en nada a lo que vimos en la gran pantalla. de pequeña era una de mis películas favoritas, pero ahora leyendo el cómic original debo decir que no le hace ni sombra ni justicia alguna al original. Estamos ante un volumen lleno de ideas frescas, brutales y originales, que entretiene de principio a fin, y que se lee de un suspiro. Es realmente muy divertido de leer, y no deja la lector ni un minuto de sosiego, todo es misterio y acción en su estado más puro. Tengo muchas ganas ya de leer las continuaciones. |
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