Una pasión escrita

Una pasión escrita abarca los años que van desde 1879 a 1884 y esta dividida en tres partes. En la primera parte conoceremos a una joven Victoria Velarde, la hija del embajador en Viena, que se ha traslado a Madrid junto con sus hermanos, para vivir junto con su tía Clotilde. Su tía la introducirá dentro del mundo de la literatura y la asistencia a los eventos de alta sociedad.

Por otra parte, conoceremos a Diego Lebrija que regenta una imprenta familiar mientras se inicia dentro de la profesión como gacetillero.

En la segunda y tercera parte, los encuentros literarios de la alta sociedad darán pie a que Victoria y Diego acerquen posiciones, también, veremos como ambos van progresando, respectivamente, en las columnas en los periódicos. Diego es un periodista de éxito y, Victoria escribe bajo un seudónimo.

La primera parte puede parecer un poco amena, debida a la documentación y exposición de la época. Ya en la segunda y tercera parte el ritmo es mucho más ágil.

Nos encontramos con varios personajes que forman parte de esta novela pero, el protagonista de esta novela reside en el Periodismo.
Diego Lebrija es un joven honesto e idealista que regenta junto a su familia una imprenta familiar, que persigue el sueño de trabajar como periodista, a pesar de que tenga puedan flanquear sus principios.

Desde el primer encuentro con Victoria, se siente atraído por su inteligencia y su porte de belleza, a pesar de saber que ella se encuentra fuera de su alcance.
Victoria Velarde es una joven inquieta y moderna, adelantada para su edad, que se ve recluida en un Madrid cerrado, frente a una Viena más abierta. Su pasión por la escritura le llevará a vestir con ropa de hombre a escribir bajo un seudónimo en las colaboraciones semanales y, a mantener los cánones de la época.

Ambos son dos jóvenes que aman la profesión aunque la comparten de manera diferente. Me esperaba otro tipo de trama, que el entramado estuviera desde el principio a fin de la novela, donde la figura de Victoria estuviera más presente, en dicha trama. Esta no me ha desagrado, ya que se visualiza los pasos que va consiguiendo, así como las diversas figuras representativas que aparecen como Rosalía de Castro, Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán.

Como en su anterior novela, la autora nos envuelve con un estilo fluido, sencillo y directo, que nos traslada hasta el siglo S.XIX para recrear una fiel reflejo de la sociedad de una época y de su entramado político-social, con corrupción incluida.

Sobra mencionar la excelente documentación y biografía que la autora ha sabido plasmar en la novela, aunque en ciertos momentos prevalece frente a la falta de clímax, que se desarrolla más hacia el final.

El periodismo lleve el mayor peso protagonista y, aunque no me ha parecido pesado, pero, si a veces innecesario. En contraposición me hubiera gustado que se profundizará más en el romance entre Victoria y Diego.

Tenia mucha curiosidad por leer esta novela, tras leer Un destino propio. Ambas forman parte de la trilogía sobre mujeres pioneras en luchar y buscarse un hueco entre los oficios destinados, mayoritariamente a los hombres, estas dos novelas se pueden leer, perfectamente, de forma independiente, ya que no se entrelazan las historias. Si que aparecen, de forma breve, los personajes de Micaela y de Héctor, protagonistas de Un Destino propio.

En contraposición de Un destino propio tiene un final auto-conclusivo, en esta nueva novela la autora deja a entrever una posible continuación ya que deja ciertos flecos abiertos.

En definitiva, Una pasión escrita es una novela de ficción y no histórica, que recomiendo leer sin expectativas porque prevalece la importancia del periodismo sobre el romance. Una novela que refleja el trabajo y esfuerzo que tuvieron que realizar las primeras mujeres que se enfrentaron a la discriminación, para poder ejercer la profesión que querían en igualdad de condiciones. Una novela que recomiendo y que espero que la disfrutéis.
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